La instalación presenta una degradación importante, así que decide consultar al experto: Climalife.
¡Una colaboración eficaz que logró salvar la instalación in extremis!
Situación previa
Se trata de un calentador solar individual de diez años localizado en el sur de Francia que requiere algo más de diez litros de caloportador.
Como la bomba se había roto, el instalador piensa que se ha estropeado el fluido, porque ya no circula. Así que toma una muestra de fluido y envía el envase con el caloportador al laboratorio Climalife para que evalúen la degradación e interpreten los resultados haciendo un análisis APC B: aspecto + punto de congelación + densidad a 20 °C + reserva de alcalinidad + pH.
Resultado del análisis del antiguo caloportador a base de MPG (monopropilenglicol)* al 45 %: El punto de congelación indica una concentración de alrededor del 42 %, lo que obliga a sacar el fluido degradado y sustituirlo por uno más adecuado.
* Importante: a partir de 160 °C la degradación de los fluidos a base de MPG es irreversible.
1.ª etapa: Vaciado de la instalación
El instalador abre la válvula de vaciado del sistema y pone en funcionamiento la bomba de circulación. Luego conecta una bomba de llenado para vaciar el resto del fluido caloportador que se encuentra bloqueado en los puntos inferiores, y empuja con agua hasta que el líquido se ve transparente en la válvula de vaciado.
Es importante destacar que la instalación no debe permanecer nunca vacía en atmósferas húmedas, para evitar la formación rápida de corrosión en los materiales sensibles (cobre, latón…). De hecho, los fluidos caloportadores tienen un poder humectante que desprendería los restos de corrosión, con el peligro que ello conlleva de obstruir las válvulas y canalizaciones. Si no se puede llenar con fluido caloportador nuevo justo después de vaciar y aclarar la instalación, es mejor dejarla en espera pero llena de agua limpia.
2.ª etapa: Desalquitranado
Una vez vaciado el fluido térmico viejo, el instalador carga el depósito de la bomba de llenado con el limpiador SolRnett y lo hace circular por la instalación durante treinta minutos.
Este fluido técnico —que cumple la normativa vigente— es un desalquitranador eficaz para limpiar circuitos solares que presentan pérdidas de caudal debido a la «caramelización» del caloportador. Esto es algo que sucede a menudo cuando el sistema está varias semanas parado: el sol calienta el caloportador, que no circula, y eso hace que la temperatura suba mucho; como consecuencia, el caloportador se degrada y forma alquitrán.
El SolRnett, listo para usar, es un fluido acuoso a base de disolventes orgánicos humectantes y agentes ligeramente alcalinos. Es soluble en agua, no forma espuma y garantiza un aclarado fácil. Elimina todos los depósitos de fluido caloportador degradado que han creado tapones o han reducido el caudal.
También es compatible con los materiales de la instalación (metales y elastómeros).
Tras esta limpieza, se vacía la instalación para eliminar el SolRnett «usado».
Con esta primera acción se puede dar de inmediato una nueva vida a la instalación… ¡Si no tiene fugas, claro!
3.ª etapa: Llenado con un fluido técnico adecuado
El instalador llena la instalación con Greenway® Neo Solar, lo hace circular durante cinco minutos y a continuación desgasifica. Lo deja reposar diez minutos para que los gases disueltos se condensasen y se desgasificasen de nuevo. Después repite la operación: lo hace circular otros cinco minutos y desgasifica. Así consigue expulsar todo el aire acumulado en el circuito. Ahora se puede presurizar el sistema.
Hay que precisar que el instalador se interesó por el Greenway® Neo por las cualidades de respeto del producto al medioambiente además de por su excelente estabilidad a alta temperatura.
Conclusión
La estrecha colaboración entre el instalador y Climalife permitió que las operaciones se desarrollasen perfectamente.
La instalación cuenta ahora con un mantenimiento preventivo que incluye una inspección anual obligatoria y un análisis del fluido en laboratorio con el Kit APC, que contiene una ficha identificativa, un envase de muestreo in situ y un sobre franqueado para enviarlo.
Ante el cliente final se pueden argumentar muchas ventajas:
- reducción del ruido,
- perennidad del material (¡No más bombas con problemas!),
- mayor eficacia (caudal óptimo asegurado)
- y un rendimiento de la inversión garantizado en la instalación solar.
Nota:
El caloportador solar recomendado debe adaptarse a las condiciones a las que vaya a someterse la instalación, para así evitar una pérdida de eficacia del sistema debida a una transferencia de calor escasa.