La reconversión de las enfriadoras a R-427A fue un reto para profesionales experimentados y una oportunidad para establecer una supervisión.
RTE, conocida como «el gestor de la red de transporte», filial del Grupo EDF situada en Saint Denis, gestiona la red francesa de transporte de electricidad. Transporta la electricidad de los proveedores a los consumidores y ajusta constantemente la producción y el consumo gracias a un sistema informático ultrasofisticado llamado SNC.
Para garantizar la climatización de este sistema, en 1996 se instalaron seis unidades Carrier de agua fría R-22 distribuidas uniformemente en dos salas de equipos separadas. Si la unidad de una sala fallara, las otras recogerían inmediatamente la demanda, sin dejar de refrigerar.
Anticiparse al fin del R-22
Desde 2007, Jean-Luc Faugeron, responsable técnico de la planta, consciente de los próximos plazos reglamentarios sobre los HCFC, ha venido previniendo el fin del R-22 para evitar que se repita la situación de emergencia que se produjo con el fin del R-12 y ha reflexionado sobre el futuro de las instalaciones.
«Ante el riesgo de una menor disponibilidad de R-22 regenerado entre 2010 y 2014, y en el marco de nuestro enfoque responsable en materia de desarrollo sostenible y ahorro energético, debíamos buscar la mejor solución para abordar esta cuestión», explicó Jean-Luc Faugeron. ¿Qué había que hacer? ¿Sustituir las unidades de agua fría por instalaciones nuevas o reconvertirlas? Esa era la cuestión.
La solución de nueva instalación fue rápidamente descartada por RTE debido a los elevados costes que habría supuesto (demolición de la estructura subterránea, mantenimiento muy difícil para hacer frente a cualquier avería que pudiera producirse durante el cambio, etc.). Se optó entonces por la solución de la reconversión.
El R-417A, presentado como un fluido de transición eficaz, se probó durante tres meses en una de las unidades, pero no cumplía los requisitos de refrigeración por volumen, resultando más débil que el R-22. RTE recurrió entonces a Serge François, director de Aplicaciones Técnicas de Climalife, para que investigara su problema.
Comparativa previa entre 3 gases
Tras una modelización termodinámica y energética comparativa con soluciones disponibles en el mercado, concretamente R-422D, R-407C y R-427A, de acuerdo con la petición de RTE, Climalife dio su máxima recomendación al R-427A por su menor consumo energético y refrigeración comparable al R-22.
La solución con R-407C propuesta por Carrier no se adoptó debido a los costes que suponía la sustitución de los dispositivos de activación, la normativa y los cambios en los compresores.
El R-422D se probó sin cambio de aceite, de acuerdo con las recomendaciones del fabricante, pero las caídas de rendimiento fueron demasiado importantes y se vieron acentuadas por el exceso de residuos de aceite en el evaporador multitubular. Incluso con un cambio de aceite el resultado obtenido no satisfacía al RTE.
Tras las pruebas realizadas en la unidad nº 4 con R-427A por el señor Brunet, técnico de mantenimiento de refrigeración del centro conocido como Climea, Jean-Luc Faugeron confirmó la elección de este HFC; también precisó que «el apoyo técnico y la orientación de Climalife fueron muy importantes; Serge François comprendió muy rápidamente nuestro problema y pudo ayudarme a redactar la propuesta para convencer al consejo de administración de invertir en esta solución».
Elementos reguladores y de control
Al mismo tiempo, Brunet y Faugeron recurrieron a la empresa HRS, especialista en la reconstrucción de compresores frigoríficos, para auditar los 4 compresores herméticos que se encontraban en cada una de las unidades Carrier, con una potencia total de 410 kW.
«Durante una reconversión con cambio de aceite, es importante aprobar la compatibilidad de los rodamientos, juntas y bombas de aceite», declaró Yann Le Guen, responsable de HRS. La empresa proporcionó y sustituyó entonces los rodamientos de estos compresores y transmitió el método de sustitución a Climea para que actuara en los otros 5 grupos a reconvertir.
Una vez elegido el fluido y realizada la auditoría de los compresores, sólo quedaba por resolver el problema de la regulación de los grupos.
Se elaboró un estudio de mercado. Se descartaron todos los sistemas en los que todos los equipos (sondas, reguladores, etc.) y protocolos de comunicación debían ser de la misma marca, por considerarlos demasiado restrictivos.
Se eligió Carel por sus productos estándar, su programación abierta y su precio competitivo. Las posibilidades que ofrece Carel suscitaron un gran interés por la telegestión, lo que permitió a Faugeron planificar una nueva gestión de estos grupos mediante comunicación en cascada.
De este modo, el controlador de 3ª generación de la serie Pco fue instalado en el primer grupo frigorífico por la empresa SNEF, socio del CNES homologado por Carel. El controlador integra una pantalla táctil remota que reproduce el esquema del antiguo regulador Carrier utilizado con R-22. «Esta pantalla es una ventaja para el técnico de climatización, que puede verlo todo de un vistazo durante el mantenimiento», señala RTE. El controlador EVD de Carel ajusta el sobrecalentamiento del R-427A.
Al final, una vez que la reconversión de las seis unidades de agua fría esté hecha y se instale el controlador en el conjunto, se llevará a cabo la comunicación en modo bus con las torres de refrigeración, lo que permitirá a RTE ser autosuficiente y establecer los controles climáticos del sistema informático en las pantallas de supervisión.
Jean-Luc Faugeron se ha mostrado plenamente satisfecho y ha felicitado a todas las partes implicadas por su orientación y profesionalidad al frente de este proyecto. Además, ha declarado que «la elección de los fluidos refrigerantes debe adaptarse a cada aplicación».