La directiva europea WEEE define el marco legal y los objetivos para la recuperación de residuos de equipos eléctricos y electrónicos y entró en vigor el 13 de febrero de 2003.
Uno de los objetivos principales es reducir la toxicidad y la cantidad de residuos y promover la reutilización, el reciclaje y la valorización de los equipos.
Esta directiva también se refiere a la industria del aire acondicionado y refrigeración, ya que se ocupan de pequeños y grandes electrodomésticos.