El Grupo Dehon está comprometido con mejorar cada día su forma de hacer y pensar en la seguridad para proteger la seguridad de sus empleados, sus plantas de producción y su entorno. Por eso, para ir más allá en el control de riesgos, en 2020 Climalife puso en marcha un proyecto de cultura de seguridad apoyado por un gabinete de expertos.
Tres pilares fundamentales garantizan una seguridad óptima:
- Tecnología de materiales y equipos.
- El sistema de gestión.
- Factores organizativos y humanos.
Los riesgos asociados a nuestros envases forman parte de este proyecto. Es nuestra responsabilidad, pero también la de nuestros clientes, aplicar reglas comunes para evitar posibles incidentes.
Y debemos prestar especial atención al aspecto organizativo para progresar en la cultura de la seguridad. Las operaciones manuales, en las que no siempre se pueden evitar los errores humanos, resultan fundamentales para prevenir riesgos.
El esfuerzo debe ser colectivo: es fundamental informar y sensibilizar a los operarios que manipulan los envases para identificar los peligros.
¿Cómo manejar los envases a presión para evitar incidentes?
Las directrices para el uso de equipos a presión transportables están recogidas en la Directiva europea 2014/68 UE y en el ADR (acuerdo sobre el transporte de mercancías peligrosas), capítulo P200.
Los envases a presión utilizados en el envasado, recuperación o trasvase de refrigerantes, agentes propulsores, agentes de extinción y otros gases licuados, están diseñados para garantizar la seguridad de los materiales y las personas.
Pero también es necesario respetar unas buenas prácticas de uso. Lamentablemente, se registran demasiados incidentes cuando las botellas se devuelven a nuestras plantas de producción por una mala manipulación sobre el terreno.
Es responsabilidad de cada participante cumplir con su papel en la aplicación de buenas prácticas para el manejo de los envases presurizados.
A continuación, una lista ni mucho menos exhaustiva, pero recordatorio de algunas precauciones necesarias para evitar accidentes.
- No calentar las botellas con ningún tipo de llama.
- Deben protegerse los envases de la luz solar y respetar el rango de temperatura indicado en ellos. Por otro lado, también está prohibido almacenar las botellas a temperaturas bajo cero, porque podrían debilitar el acero de su composición.
- No lanzar los envases desde ninguna altura.
- Antes de manipular un gas licuado es importante consultar las fichas técnicas y de datos de seguridad (disponible en www.quickfds.com). Si existe alguna duda sobre el producto o el envase en que se entrega, nuestros departamentos de Soporte Técnico y de Calidad y Seguridad responderán cualquier pregunta.
- Devolver los envases tal y como fueron entregados. Las válvulas deben estar siempre protegidas, sea con tapón o con guardaválvulas. Está prohibido modificar la botella original añadiendo ningún elemento, por ejemplo soldando una nueva válvula. Si no tienen protección, los envases presentan riesgos durante el transporte y en nuestros centros de producción.
- Las botellas de muestras para análisis se suministran con una etiqueta en blanco a rellenar para indicar el gas a analizar: no olvidar pegarla antes de enviar a nuestro laboratorio.
- En el mercado existen varios tipos de gases: inflamables, no inflamables, CO2, mezclas de HFO/HFC… Para un adecuado reciclaje de los gases fluorados de efecto invernadero, al recuperar estos fluidos no se deben mezclar varios gases en un solo envase.
- No deben confundirse las botellas de recuperación, que deben ser devueltas a nuestras plantas etiquetadas con el gas usado, con las botellas de reutilización puestas a disposición del cliente para sus operaciones de mantenimiento. Estas últimas deben devolverse completamente vacías a nuestros almacenes.
- Nunca llenar en exceso un envase de recuperación. Además del impacto medioambiental de las fugas a la atmósfera, la dispersión del fluido puede provocar asfixia u otros efectos asociados con la pulverización, por ejemplo quemaduras. Por tanto, el sobrellenado es potencialmente peligroso, en particular en espacios cerrados como los vehículos de los técnicos o cuando se transportan a un centro autorizado. Hay que confirmar que el envase de recuperación es adecuado y comprobar el coeficiente de llenado del fluido concreto. Esta última información se indica en la etiqueta de las botellas.