Recurrir durante la producción a un caloportador respetuoso con el medioambiente como el Thermera® R contribuye a mejorar el balance ecológico de los fabricantes.
Un gran fabricante alemán ha decidido utilizar un caloportador obtenido con métodos ecológicos en el circuito principal de la instalación que sirve para refrigerar los bancos de ensayo de los vehículos. Como buscaba un producto sostenible adecuado, ha optado por el caloportador Thermera® R de Climalife, fabricado a partir de materia prima de origen natural.
Teniendo en cuenta estas exigencias específicas, el fabricante se dirigió a SIEGLE + EPPLE GmbH & Co. KG de Stuttgart, especialista en ventilación y climatización con más de 94 años de singladura. SIEGLE + EPPLE propuso soluciones puntuales a medida y la restructuración completa de las instalaciones y edificios.
En este contexto, la empresa se apoya en una oferta de servicios fácilmente adaptable a las necesidades de sus clientes. Con dos fábricas y siete sucursales situadas en Alemania, la empresa familiar SIEGLE + EPPLE apuesta por el desarrollo sostenible, la durabilidad y la flexibilidad.
Durante el diseño de la instalación, los equipos se centraron en la transmisión energética por altos niveles de frío, que requieren un gran consumo energético. La instalación se compone de un circuito primario y uno secundario. 
El circuito secundario cerrado se utiliza para refrigerar los bancos de ensayos en free-cooling (ventilación natural mecánica) hasta que la temperatura exterior es de +9 °C, punto en el que las máquinas frigoríficas se desactivan. En verano, cuando las temperaturas son más elevadas, las máquinas frigoríficas en funcionamiento se refrigeran mediante el circuito secundario.
La nueva instalación de refrigeración está compuesta principalmente por seis unidades de refrigeración en circuito cerrado que, con un régimen en el intercambiador de 32/27 °C (entrada/salida) y un flujo de 350 m³/h cada uno, producen una energía de unos 1.500 kW. Tres bombas principales de 1000 m³/h cada una hacen circular el Thermera® R por una tubería de acero inoxidable de un diámetro nominal (DN) de 500. Este tubo alimenta tres intercambiadores de placas capaces de ofrecer 4.500 kW por unidad.
La instalación tiene un volumen de 63.000 litros. La principal dificultad fue rellenar la instalación, situada a 30 metros de altura, mediante camiones cisterna. Para hacer frente a este desafío, la empresa conectó catorce mangueras de alta presión de seis metros cada una a una bomba de presión de extracción de 7 bares aproximadamente. El llenado de la instalación duró un día y medio.
Una vez que la instalación estuvo llena, el equipo volvió a comprobar la protección anticongelante y puso varias veces en circulación el caloportador en el circuito con las bombas principales, para evacuar la posible presencia de oxígeno.
Desde su puesta en marcha en agosto de 2015 la instalación funciona perfectamente. Con el caloportador Thermera® R a base de betaína el fabricante de automóviles ha cumplido todas las expectativas, tanto por sus características físicas como desde un punto de vista ecológico.
Solución: Thermera® R, un fluido refrigerante a base de betaína
Este producto no tóxico, derivado de la remolacha azucarera, contiene excelentes propiedades anticorrosivas. Es respetuoso con el medioambiente y no se debe diluir. Está disponible en dos versiones listas para su uso: Thermera® R (-35 °C) y Thermera® AC (-15°C).
Puesto que Thermera® R ofrece una excelente estabilidad térmica y microbiológica y solo exige un bajo nivel de inhibidor, su durabilidad en términos de utilización es muy buena, incluso superior a algunos productos tradicionales.
Para el fabricante de automóviles, el caloportador Thermera® R es la solución ideal, puesto que le permite combinar la producción con el respeto por el medioambiente mejorando el balance ecológico.