Entrevista con Fabien Marée, especialista en agentes de expansión en los departamentos de Desarrollo y Aplicaciones + Soporte Técnico de Climalife.
En un contexto de desarrollo sostenible, ¿cuáles son los retos en materia de aislamiento?
La energía es vital para la economía global. Aunque la regulación sobre eficiencia energética está evolucionando para garantizar la calidad de vida y el respeto al medioambiente, aún se pierde una cantidad significativa de energía debido a un pobre aislamiento. El aislamiento conserva la energía producida por una nevera, un aire acondicionado o muchos otros aparatos. Limita la transferencia de calor entre el exterior y el interior. Por eso un buen aislamiento requiere una alta resistencia térmica y la menor conductividad térmica posible (lamda, λ).
R = resistencia térmica (capacidad del aislamiento térmico para resistir frío y calor).
[e = espesor, λ = conductividad térmica]
Hay varios tipos de materiales aislantes en el mercado, incluidos sintéticos como las espumas de poliuretano o poliestireno. Para obtener un buen rendimiento térmico es fundamental elegir los agentes espumantes adecuados.
¿Puedes detallar el porqué?
Los agentes espumantes son componentes esenciales en la fabricación de espumas aislantes. Durante décadas la mayoría de las placas se han hecho a partir de hidrocarburos saturados, como el n-pentano, el ciclopentano o el isopentano, con una lambda de entre 12 y 15 mW/mK y un precio bastante bajo.
Las nuevas moléculas de HFO (hidrofluorolefinas) permiten avanzar y ofrecer agentes espumantes no inflamables con una mejor conductividad térmica, además de un PCA ultrabajo, como los hidrocarburos.
El HFO 1336mzz, por ejemplo, tiene una lambda de 10,4 mW/mK a 20 °C y la del HCFO 1233zd es de 10,2 mW/mK a 20 °C. Este último ofrece un auténtico extra en conductividad térmica, y no solo eso: también es compatible con acero inoxidable, cobre, latón, aluminio y otros metales utilizados habitualmente en los equipos de poliuretano y almacenamiento.
Hay que favorecer específicamente los agentes de expansión con el lambda más bajo posible para garantizar una mayor eficiencia energética y evitar pérdidas de calor. Es inútil, y caro, producir energía caliente o fría sin poder utilizarla.
Teniendo en cuenta la crisis energética presente y futura, ¿cabe imaginar que el mercado de la espuma de poliuretano se interese por las nuevas soluciones de HFO?
En mi opinión, hay dos grandes ventajas en estas nuevas moléculas. La primera, como ya he mencionado, es que permite disponer de paneles aislantes más eficaces y obtener mayor volumen útil, ya sea para cámaras frigoríficas o frigoríficos, pero también para el aislamiento de edificios, porque el grosor de la espuma se reduce.
La segunda ventaja es poder cumplir la próxima prohibición reglamentaria, que entrará en vigor el 1 de enero de 2023: el uso de los gases fluorados de efecto invernadero, los HFC, estará prohibido en Europa en virtud de la F-Gas II si su PCA es superior a 150.
Por tanto los HFO son soluciones alternativas para sustituir los HFC usados en muchas aplicaciones. En el sector de la construcción, por ejemplo, la mezcla de HFC 365mfc / 227ea (93/7), uno de los productos más comunes para la espuma de poliuretano en espray, podría sustituirse por el HCFO 1233zd o el HFO 1336mzz.
Además, algunos fabricantes de electrodomésticos ya se han pasado a estas nuevas moléculas: los de frigoríficos han sustituido el ciclopentano por la molécula HCFO 1233zd por su menor lambda, lo que también les permite aumentar el volumen útil de la nevera.
El aislamiento es un factor que no debe ignorarse, es necesario que cada uno de nosotros (fabricante, instalador, usuario final) seamos conscientes de las mejoras aplicables para reducir la huella de carbono y respetar nuestro planeta.
Fabien Marée, Climalife