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18.03.2019 Documentos técnicos

«Un lubricante y mantenimiento adecuados previenen la rotura de los compresores», cuenta el experto, HRS

Fundada en 1945, HRS está especializada en la reparación de compresores frigoríficos de todas las marcas para el mercado europeo.

En sus más de 8000 m² de talleres y oficinas, HRS da una segunda vida a los compresores frigoríficos. La empresa  ha adquirido una dilatada experiencia con la que acompaña y asesora a sus clientes en prevención, análisis y reparación de averías de compresores. HRS no solo los repara, sino que también puede encontrar las causas de la degradación mediante un examen detallado del compresor desmontado y hablando con los frigoristas, para así ayudar a sus clientes a prevenir mejor tales daños.

Los orígenes de las roturas y fallos de lubricación

Un compresor es el elemento más importante de una instalación frigorífica, cuya longevidad depende de su mantenimiento, del estado del circuito y de todos los elementos que lo componen. Capaz por lo general de funcionar más de 50 000 horas, en caso de avería se convierte en el testigo de la causa del fallo y permite hacer un diagnóstico sobre el origen del problema. HRS recuerda que existen cinco grandes familias de incidentes que permiten clasificar e identificar el deterioro de un compresor, sin olvidar otros motivos:

HRS explica que los daños de un compresor se deben en más del 80 % de los casos a anomalías en la instalación o a su uso en condiciones críticas. Se estima que entre el 70 y el 75 % se deben a problemas de lubricación.

Defectos de lubricación

Suelen ser la primera causa de fallo. Este fenómeno es a menudo solo un síntoma de algo relacionado con el circuito, pero puede derivar en daños mecánicos importantes. Marc Beaurain, director técnico de HRS, recuerda que los factores que rodean al compresor serán los más afectados; por ejemplo: reguladores de presión, intercambiadores poco eficaces, fugas en el evaporador…

Los fenómenos de gripado, roturas en las bielas, problemas en los anillos de los cojinetes y en el cigüeñal son percances recurrentes que HRS observa en los compresores que recibe y repara en sus talleres.

Al desmontarlos y examinarlos, sus técnicos son capaces de identificar el origen de la avería. Arañazos en las piezas deterioradas, aspecto y color del aceite o de las piezas son indicios observados durante la inspección de un compresor averiado. La falta de lubricante, una temperatura excesiva del mismo, disminución de la viscosidad o migración de refrigerante al aceite son varias de las razones que explican la falta de lubricación.

Dado que es esencial un buen engrase y refrigeración de sus partes móviles, es necesario que tenga siempre el mismo nivel en el cárter. Una bajada del nivel de aceite o un mal retorno de este al compresor puede provocar el sobrecalentamiento de sus piezas y dañarlo.

Una fuga de refrigerante, y por tanto la falta de él, provocará el recalentamiento y acarreará una disminución de la viscosidad del aceite y, como consecuencia, la fractura de la película que garantiza la lubricación de las piezas en movimiento. Aunque no es el único, es el fenómeno más común de calentamiento del compresor. Unos ajustes imperfectos provocarán también el recalentamiento completo de la mecánica y degradarán la viscosidad del aceite, que será demasiado fluido como para evitar una destrucción mecánica. Hay también fenómenos ligados a la migración del refrigerante al aceite, que regresa al compresor en fase líquida y limpia y seca las partes móviles que deberían permanecer engrasadas.

Presencia de contaminantes. El vapor es el enemigo número uno del circuito frigorífico. Provoca contaminación directa por formación de lodos y óxidos. El agua descompone el refrigerante por reacción química, con formación de acidez que debilita rápidamente el aislante del estátor. Con temperaturas de descarga altas, la reacción entre los óxidos del aceite y el refrigerante provocará un metalizado. Con el vapor de agua se formará un tapón de hielo en los filtros de succión del compresor. También puede haber contaminación por aire o impurezas que tendrán repercusiones negativas, aunque menos rápidamente que el vapor.

Calentamiento. Este problema se debe por lo general a un bajo caudal de masa en la aspiración. Esto puede venir de un sobrecalentamiento anormal durante la aspiración o de una insuficiente carga de refrigerante, pero también de un índice de compresión muy alto o de un funcionamiento prolongado con reducción de potencia de más del 50 % de la capacidad del compresor.

En caso de recalentamiento, la lubricidad se alterará enormemente, con riesgo de que se aprieten las bielas y los anillos de los rodamientos.

Golpes de líquido o de aceite. Se deben principalmente a un mal funcionamiento del regulador de presión. Los golpes de aceite pueden ser consecuencia de una operación prolongada de reducción de potencia por encima del 50 % de la capacidad del compresor. Como la velocidad de los gases aspirados no es suficiente, quedará atrapado en el evaporador y regresará bruscamente cuando vuelva a funcionar al 100 %. Se produce entonces un golpe de líquido que puede ser notable en las juntas de los cilindros, las válvulas de succión y/o descarga, rotura de bielas, pistones, etc.

Incidentes eléctricos. El examen del estátor permitirá determinar el origen de la degradación. Puede provocar averías localizadas, fallos en la alimentación en un motor trifásico, por ejemplo, un quemado total de la bobina al arrancar el compresor, un calentamiento del estátor debido a una falta de carga o cortocircuitos por fricción del rotor en el estátor que provocan un recalentamiento localizado.

HRS integra en su gama los aceites HQ POE de Climalife

Para Marc Beaurain, «elegir un buen lubricante es elegir un proveedor de confianza, que seleccionará una tecnología compatible con el refrigerante utilizado para que este último pueda llevar el aceite al compresor y equilibrar el cárter regularmente». Cabe recordar que el aceite tiene cuatro funciones principales: además de la lubricación de las partes mecánicas en movimiento, contribuye a la estanqueidad de la instalación, es un fluido motor para algunos dispositivos de regulación y un fluido refrigerante en el caso de compresores de tornillo, por ejemplo.

Como hemos visto antes, a pesar de los sistemas de separación el lubricante difundido por todo el circuito tenderá a acumularse en los elementos donde la velocidad de circulación es baja. Se depositará en las paredes de los intercambiadores (en particular en los evaporadores) y reducirá su eficacia. Si el aceite no regresa correctamente al compresor la bomba puede descebarse y provocar la parada de la máquina. Por tanto, hay que seleccionar el aceite en función del refrigerante, de su miscibilidad y solubilidad con este fluido, de las temperaturas de funcionamiento y del tipo y tecnología del compresor.

HRS trabaja principalmente con compresores semiherméticos o de tornillo de una potencia media de 50 kW que funcionan principalmente con HFC y mezclas HFO, y reconstruye hasta 1600 compresores al año. HRS ha seleccionado la gama de aceites  HQ POE, sintéticos POE de alta calidad de la marca Climalife. La empresa recomienda además un mantenimiento preventivo de las instalaciones y un mantenimiento regular antes de las épocas de frío para prevenir averías y posibles fallos del sistema.

Marc Beaurain recuerda que «un simple análisis del aceite puede bastar para detectar un riesgo potencial en el sistema existente». La prueba Acitest Unipro WW de Climalife indica en unos segundos si la acidez es buena, limitada o mala para la instalación.

HRS, una opción medioambiental

Elegir un compresor reparado es elegir un servicio rápido, a un precio reducido y con un  período de garantía más largo. ¡Y además es una opción medioambiental! En la reconstruc- ción se  reutiliza el 80 % de las piezas de un compresor, lo cual permite dar dos e incluso tres vidas a la máquina.

La experiencia de RHS, reconocida en su sector

Dado que el mantenimiento preventivo de las instalaciones es cada vez menos habitual, HRS suele estar muy solicitada para impartir formación en buenas prácticas in situ a sus clientes para el cuidado de sus instalaciones.

HRS también elabora expedientes legales en un contexto jurídico para casos específicos de rotura en los que se necesita un peritaje. Si es necesario, hasta veinte personas pueden trabajar en la carcasa de un compresor y sus piezas sueltas para establecer un diagnóstico preciso de los orígenes de la avería.